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“¡Cuando retornes no olvides mi casa, golondrina que emigras!”
Kobayashi Issa.

El otoño juega un papel muy importante en el ciclo de vida de muchos animales: las mariposas ponen los huevos que alcanzarán la madurez en primavera; los felinos como el lince se cubren de pelo para resistir el frío; las ardillas almacenan el alimento que escasea en invierno; para los ciervos comienza la época de celo; las serpientes entran en un estado de letargo hasta la primavera. La llegada del invierno naturalmente lleva al reino animal a protegerse de la intemperie, a reproducirse para asegurar la continuidad y a almacenar alimento hasta la llegada de la primavera.

En cuanto a las aves, el otoño es importante porque es el momento en que la mayoría de las aves emigra al sur. En este fenómeno aún hay mucho por descubrir. Para entender un poco este extraordinario fenómeno de la naturaleza hay que identificar a las aves por sus hábitos en cuatro grupos:

1. Las aves canoras (o sedentarias), que son las que no se mueven de su lugar en todo el año. Entre ellas se encuentran el Carbonero, el Mirlo, el Pardillo, la Urraca, el Petirrojo, el Jilguero y el Martín Pescador.

2. Las aves que emigran en otoño. Son la mayoría y entre ellas se encuentran el Pardillo, la Cigüeña, el Torcecuellos, la Golondrina, el Ruiseñor, el Escribano, el Piquituerto, el Agateador, el Vencejo y el Verderón.

3. Las aves a las que solo se ven en otoño e invierno, como la Agachadiza, el Estornino, la Alondra y la Corneja.

4. Las aves de paso. Son aves marítimas de gran tamaño que vuelan del norte al sur y viceversa, tanto en primavera como en otoño. Su vuelo es espectacular y se orientan con fuertes graznidos cuando llueve o está nublado. Entre ellas encontramos a la Paloma, la Garza Real, la Ortega, la Grulla Común, el Sisón y la Anade Real.

Una de las cosas que más intriga de las migraciones de aves es la capacidad que tienen para orientarse en vuelos largos. ¡Siempre regresan al mismo lugar donde nacieron y ponen su huevo sin equivocarse de nido! Pero no todas las aves que migran llegan al mismo tiempo. En el caso de las aves canoras, éstas llegan de noche y en pequeños grupos; primero lo hace el macho y después la hembra, para evitar confusiones, el macho le canta, entona un sonido que orienta a la hembra hasta el lugar donde su pareja la espera. ¡Y no se equivocan!

Algunos expertos en aves han descubierto que aquellas aves que se van en otoño y regresan en primavera no lo hacen necesariamente para evitar los climas fríos. Llegaron a esta conclusión al ver que siempre regresaban el mismo día, todos los años, independientemente que el clima fuera más frío o más cálido. Al parecer, la migración en ciertas aves tiene que ver más con la alimentación, con el hecho de que las colonias son tan numerosas en ciertos lugares que hay que moverse para garantizar el alimento. Aún tenemos mucho que aprender de las aves y sus emigraciones.

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